¿Cuándo fue la última vez que te decidiste a escuchar
música? Única y exclusivamente a eso, me refiero. Por mucho que me salgan ahora
personas que aboguen por la simultaneidad de tareas, he de decir que
evidentemente la eficiencia no puede ser la misma que se tendría si se enfocara primero en una
y luego otra. Quiero decir, yo mismo estoy siendo un hipócrita según lo que
acabo de escribir porque mientras escribo esto estoy escuchando I forget where we were de Ben Howard de
fondo.
Ni la calidad de lo que estoy
escribiendo ni la atención que estoy prestando a la canción son plenas. No nos
engañemos. Sin embargo, lo seguimos haciendo y os voy a explicar al menos cómo
lo veo yo. Para ello me serviré de la relación indiscutible entre productividad
y culpabilidad.
Escucho música porque es algo que inmediatamente relaciono con
una idea de ocio, pero me siento culpable por estar precisamente haciendo algo
de ocio y no algo productivo. Por
eso, tratamos de introducir la esfera del ocio en la esfera del trabajo, incluso sabiendo
que no es bueno para nuestra salud. Nos restamos tiempo de regeneración mental, de afilar el hacha
para luego seguir, por la maldita culpabilidad, que te hace sentir que estás
perdiendo el tiempo.
Los tiempos que corren tampoco ayudan, no nos vamos a engañar. Vivimos en un mundo acelerado, competitivo y ansioso.
—Acelerado porque nos llenan de exigencias con datelines.
—Competitivo porque nos peleamos los
mismos por diez plazas, y fomentamos así cualquier cosa menos la cooperación.
—Ansioso porque no llegamos al final de
la meta jamás,
pero deseamos llegar al final del día siempre.
Nos vemos obligados a emigrar, no voy a
decir con qué
edad, porque la verdad que me he encontrado de todo.
Nos vemos obligados a emigrar, cada uno
tendrá sus motivos, en mi
caso, para no quedarme atrás en el mercado competitivo.
Sin embargo, yo, que quiero a mi país como el que más (sin llegar a
ese sentimiento ultrasensacionalista), me reafirmo en lo dicho en otras ocasiones,
qué maravilloso es a veces vivir en tu micro-universo.
Y ahora, una vez vomitada esta pequeña compulsión causada por mi
sensación mañanera de poca productividad, quiero intentar escuchar música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario